domingo, 20 de marzo de 2011

El adiós no es eterno

Hoy bajo mi puerta encontré tu carta con un cigarro al costado. Fui a mi terraza y empecé a leer.

Hola, no sé el por qué de esta carta pero sentí que debía hacerlo. Enciende el cigarro, tal vez lo necesites.

Tomé mi encendedor y obedecí a lo que dijo.

No sé dónde estaré en estos momentos, pero si sé donde tú estás. Quizá te esté observando y no lo sabes, extiende tu mano e intenta sentirme.

Tuve que tomar una decisión muy importante, si seguir o darme por vencida. Parar de luchar para sobrevivir o simplemente vivir sin la felicidad que solía tener gracias a ti. Fueron cinco años de amistad Javier, pero había algo más, fueron cinco largos años de los que te amé sin remedio, sin conveniencia, sin razón, sólo te amé y viví amándote. What should I do honey? Tú solo eras mi amigo, lo sé, y me lo dijiste. Lo siento, así soy.

¿Pero qué se suponía que haga, sonreír al saber que tu corazón le pertenecía a otra mientras que yo poco a poco iba cayendo a pedazos? Era inevitable.

Aspiré por largo tiempo el cigarro y lentamente fui expulsando el humo.

Al escribir me pongo a recordar todo lo que hicimos juntos. Las caminatas con nuestros perros en las madrugadas, los jueves de cine sin canchita, mis clases de guitarra, nuestras conversaciones en tu terraza. Mi vida entera siempre te la dediqué a ti, cuando me necesitabas siempre me encontrabas y estaba dispuesta a todo por hacerte sonreír.

Solo quiero que sepas algo, siempre te tendré presente, vaya a donde vaya. Llevo tu fotografía en el cofre en forma de corazón que me regalaste cuando cumplí 22. Y por más que mañana te cases, espero también estar presente en tu vida.

El cigarro está por consumirse y no paro de llorar.

Hoy partiré, ¿a dónde? Ni yo lo sé, solo seguiré mi camino, aquel que nunca fue construido pero que está esperando que dibuje el punto de partida. Cruzaré mis propias fronteras intentando conquistar nuevos mundos y cuando quieras, sabes que eres más que bienvenido. Solo necesitarás traer contigo un poco de amor, esa será tu único pase de entrada.

Siénteme una vez más, extiende nuevamente tu mano y sabrás que estoy ahí contigo. Deja que esta atmósfera se apodere de nosotros y nos lleve hacia donde el límite sea el comienzo de algo bello, de algo tierno, de algo como tú y yo.

Espero que seas feliz.

Cuídate mucho. Y no olvides que te quiero flaquito, te quiero.

Con amor, tu eterna compañera

Daniela

Miré al cielo, lancé el cigarro y grité su nombre.

Esto no puede terminar así – pensé - Saldré a buscarla.


Para leer la segunda parte haz click aquí: http://nadaencomunmj.blogspot.com/2011/04/caminaba-sin-razon-tambaleando-en-las.html





6 comentarios:

  1. tu voz femenina me pareció buena. mejor de lo que me comentaste. felicitaciones

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  2. gracias =) intentaré practicar el estilo que tú me dijiste!

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  3. Es una triste historia espero que no termine mal uwu

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  4. si es triste, pero pasa y seguido. gracias por leer
    EB

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  5. Muy linda historia Emily!, tengo q admitir que cada dia mas me envuelven tus historias :) Exitos!!

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  6. hola =) gracias muchas gracias xD tendrá su segunda parte... espero =P

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