viernes, 30 de noviembre de 2012

Laralá.Berunté


Respuesta a La Berunté

Se nos están juntando las ausencias en esta madrugada y sólo atino, sólo de cierto modo,  a cauterizar estas palabras que se apagan en ese suspiro dilatado y precipitado, tan laralá.

No buscábamos un mismo aire, ni un mismo lenguaje y tal vez tampoco tantas explicaciones vagas que ni tú ni yo entendíamos, nos bastaban las miradas, el juego mezquino de sinsabores aterciopelados de tu decir todo sin poder tocar nada.

Él la mira y ella calla, ella habla y el no mira, así se les va la vida entre diciembres apresurados y noviembres que estallan en aplausos, en despedidas y en sórdidas oscuras manotadas de sombras perdidas, ahogadas en  tantas heridas.

Ella extraña y él “laralá”

Hola La Berunté:

Te escribo, porque también se me están juntando las ausencias y esta miseria de no esperanza se encierra en mi ausente no saberte presente, pero además de eso también se me cuela la palabra vaga que esculpen tus sonidos apresurados cuando debes entender que no siempre tengo siempre las respuestas, ni mucho menos las llaves de todos esos candados que moldeaste con este silencio, con este recuerdo.

Ay La Berunté, también me dueles en los suspiros, también te siento en los soplos de invierno, también te espero entre las rendijas de mis recuerdos, pero sé que eres Berunté y que no estarás en los días de mi vida.
El alud de concreto no lo construí para ti, de cuándo en cuándo quería reposarme en tu desequilibrio pero me faltaron cimientos y cuando caíste también caí, sólo que a diferencia de ti, yo ensayé la parodia más impecable y te hice creer que siempre pude levantarme.


Y sí, tiene armonía eso de ser tu “materia blanca”, la más fina amalgama de tu alma descocida de a pocos, porque también se me cuela la pena cada que te pienso Berunté, con tu “lalralá”, tú vestidito de domingo y esa sonrisa translúcida-tranvia-tranmía-tamía, sobretodo eso. Tan mía.
Buenas noches.

La Berunté. Mi Berunté


Jennyffer Salazar