domingo, 20 de diciembre de 2009

Humo en la hermandad

Es sábado por la noche, mis padres irán a una fiesta en la casa de mi tía Luisa y me han dejado a cargo de mi pequeño hermano Iván. Felizmente nos llevamos bien, pero es prácticamente un castigo que me priven de salir como casi toda la gente de mi edad lo hace.

“Chau hijos, cuiden la casa”, fueron las palabras de mi madre al despedirse. Son casi las 11 de la noche, sin nada mejor que hacer, entro al Messenger para ver si encuentro a alguien que, al igual que yo, haya sido privado de un sábado nocturno.

“Papi chulo, Andrea me ha dicho pa’ ir a webiar en su carro, ta con 2 amigas, abla!”, me decía mi mejor amigo Alex, quien no dejaba de zumbar la ventana esperando mi respuesta. “Puta madre cholo, no puedo, mis viejos se kitaron a un tono y me dejaron al chibolo”, le respondí. “Pero fácil pz weon, hay que llevarlo, q’ puede pasar?...mira le decimos que vamos a ir a la playa a dar un par de vueltas y listoooo”.

¿Será buena idea? Iván nunca diría nada, pero… “Oe mierda! Habla pa’ confirmar con Andrea”, insiste Alex. “No sé loco, no estoy seguro”, le digo. “Ta madre, ya bueno tú te la pierdes…las flacas ponen”, responde. “Cabro de mierda”, agrega. “Ya, ya, vamos, le diré a Iván que se aliste, vengan a recogerme” digo y cierro sesión.

- ¡Oye, Iván!

- ¿Qué?

- Alístate, vamos a salir un rato.

- ¿Qué? ¿A dónde?

- A la playa, vamos con unos amigos.

- ¿Mi mamá sabe?

- No, pero sé que serás un buen niño y no dirás nada. ¡Ya apúrate! Que ahorita vienen por nosotros.

Suena el claxon, ya están aquí. Abro la puerta y Alex sonriente me dice: “Esto es demasiado, están para todo”. “(Río) Suave tío, acuérdate que mi hermano también viene”. “Ay no jodas, hoy la hacemos como sea”, voltea y vuelve al carro de Andrea.

-¡Iván! Apúrate.

Estamos camino a la Costa Verde, a la playa Cascadas para ser exacto. Alex no se equivocó. Las amigas de Andrea son bien simpáticas y se han vestido muy provocativas. Una de ellas lleva una minifalda, un polo ajustado y una casa de jean que llega hasta su cintura. La otra, usa un jean bien ajustado, un top y un polo encima. Mientras que Andrea, intentando no mostrar mucho su cuerpo, tiene puesto un buzo suelto y una casaca que le hace juego.

Al llegar, una señora nos cobra 3 soles para poder estacionarnos. Bajamos y Alex tiene entre sus manos 3 hermosas botellas de Ron Cartavio Black. “Empecemos la noche”, dice él con euforia.

Entre cigarros, alcohol y mujeres, el tiempo pasa desapercibido. Han pasado casi 2 horas desde que llegamos, mi hermano permanece en el carro y nosotros, borrachos, chongueando.

“Oe cholo, sírvete pues”, me dice Alex mientras me enseñaba en la palma de su mano un paquetito de marihuana.

- No, no, hoy no le entro, mi hermano está acá conmigo.

- Puta madre, no seas así pues, si has salido a juerguear, hazlo y bien.

- ¿Qué pasa el bebito no puede fumar? – me dice Lorena, una de las amigas de Andrea.

- Puedo eso y mucho más – agrego.

- Demuéstramelo – me dijo ella con tono sensual.

El troncho se consumía rápido, muy rápido. Mi cuerpo estaba en los cielos. Mis ojos se ponían más y más rojos. Estaba en el clímax. “Oe, ¿tienes más?”, le pregunto a Alex. “Tranquilo brothercito, tómalo con calma, que yo te reabastezco”, responde.

- ¿Qué pasó? El bebito se hizo hombre – dice Lorena.

- ¿Quieres que te lo demuestre? - respondo.

- No tienes los huevos para hacerlo – termina.

En cuestión de segundos, ambos nos comíamos los labios de una forma que, para nuestros acompañantes, resulta excitante. Yo mismo soy. Estoy en mi momento. Es hora del desahogo.

Mis manos se deslizan por todo su cuerpo y ella hace lo mismo conmigo. Ambos, stonazos, sin importarnos nada, continuamos con nuestro juego sexual.

“Oye, ya vamos a la casa”, escuché. Volteo. Es mi hermano. Estuvo parado todo el rato en la puerta del carro mirando cómo me drogaba y emborrachaba. “Oe, métete al carro y quédate ahí”, le dije furioso. “Oye no jodas, ya me cansé, no quiero seguir viendo como te cagas”, responde.

Camino hacia él. Lo miro a los ojos. Y le tiro una cachetada. “Oye huevón, tranquilo”, dice Alex. “Tú cállate mierda, es mi hermano, yo hago con él lo que quiera”, respondo.

Todos están atónitos por lo que acaba de ocurrir. “Es mejor que nos vayamos”, dice Andrea.

Ya ha pasado más de una semana y mi hermano sigue sin hablarme. Sé que actué mal pero todo fue por esa droga de mierda. No debí hacerlo. No debí dejarme convencer por Alex. No debí salir esa noche. Pero ya es muy tarde para arrepentimientos.

No puedo más con el remordimiento. Debo hacer que me perdone. Le compré un regalo, es el carrito de colección que tanto quería. Lo pondré en lo que él considera su escondite secreto, donde guarda sus cosas más preciadas.

Iván está en sus clases de guitarra, por lo que aprovecho en entrar a su cuarto para guardar el regalo. Abro su closet y retiro el último cajón, pero no hay nada con excepción de una bolsa negra. La abro y encuentro un wiro junto a una nota que dice: “Si tu hermano lo hace, ¿por qué tú no? Anímate, pruébalo".

Mierda. ¡¿Qué hice?!

El perdón puede llegar, pero una decepción es para siempre.

EB

6 comentarios:

  1. El final me dejo helado. El hombre es tan egoísta que piensas que sus acciones solo le afectaran a él y no está consciente de que también logra afectar a las personas que lo rodean...muy buena historía, sobretodo pq tiene un mensaje muy importante... pero me da lastima que hasta el momento no tenga ningun comentario... esto apoya mi teoría de q se puede escribir buenas historias sin q el tema central de este sea el sexo....

    Nos Leemos...

    espero tu comentario en mi blog....acuerdate de tic!

    ResponderEliminar
  2. puesss primo admite que el final esta raro, me hubiece gustado que termine con que el chico encuentra el paquete y punto, mas suspenso x)pero bueno igual el mensaje me gusta.

    ResponderEliminar
  3. Lo he leído 3 vcs i no me cuadra el final... pero wenoo = me gusto leer esta entrada con funal confuso... suerte

    ResponderEliminar
  4. Tienes un concepto equivocado de la marihuana.
    "Sé que actué mal pero todo fue por esa droga de mierda". Lo encuentro más lógico si es que te refirieses netamente al alcohol. Acuérdate que el alcohol es también una droga, mucho más dañina dicho sea de paso. Cuídate. Saludos. A.U.F.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por tu comentario. Bueno mi concepto es el siguiente...droga es droga...y sigue siendo mierda (cualquier tipo, marihuana, alcohol, cigarritos,etc)...

    Tú también cuídate...y no pude decifrar tus iniciales...disculpa.

    ResponderEliminar
  6. Es la mejor historia que acabo de leer.
    Esta para reflexionar... bien ahi

    ResponderEliminar