sábado, 29 de agosto de 2009

La víctima de Noche

Hacer taxi por las noches es más tranquilo. El tráfico es menos intenso, y se gana más dinero. Trabajo de seis de la tarde, a seis de la mañana, doce horas en el volante para ser exacto. Nunca se me ha presentado ningún problema, mi estampita de San Judas Tadeo, cuida fielmente de mí.

Una y media de la mañana, hoy estoy demasiado cansado, no creo que pueda cumplir mi jornada laboral. Las calles de Lima son un laberinto gris, ya estoy arto de la rutina, necesito otro empleo. Pero para un hombre de treinta y cinco años, sin profesión, y secundaria a la justas, no es sencillo.

Rondando el concurrido distrito de Miraflores, bordeando el parque Kennedy, estoy pensando muy seriamente en ir a mi casa, tomarme unas cervezas, embriagarme, despertarme a las seis de la tarde, y continuar mi predecible vida.

Una mano amistosa me hace una señal, se trata de una mujer con minifalda, no logro visualizarla bien, me acercaré. Freno mi taxi amarrillo, y me dedico a examinar a mi próxima pasajera. Una rubia muy guapa, de aproximadamente veinticinco años. Un rostro sumamente sexy, la típica chica que uno encontraría en una película para adultos. –Cuanto me cobra a la cuadra veinte de Arnaldo Márquez, dijo la mujer, con una mirada penetrante. No tengo ganas de seguir manejando, así que le propuse una alta tarifa para ser rechazado. –Quince soles. –Ok, dijo sin pensarlo mucho, y entró a mi taxi.

Quién diría, al parecer hoy es mi día de suerte. Tengo una guapa pasajera, dispuesta a pagar una injusta tarifa. Esta será mi última carrera de la noche.

Traté de no prestarle mucha atención, pero no pude evitar convertirme en un espía, y no dejar de mirarla por el espejo retrovisor. Debo confesar que estoy un poco aguantado, hace ya varios meses que no tengo contacto con una mujer. En fin, tendré que conformarme con mirarle las piernas, y fantasear con su piel. –¿Cómo se llama?, preguntó la mujer de repente. Sus grandes ojos pardos, me hacían sentir como una gacela que está siendo asechada por una leona. Su mirada felina, es una invitación al orgasmo. –Emilio, respondí. Sé que debí preguntar por su nombre, pero mi baja autoestima, no me lo permitió. Estoy intimidado.

El silencio nos acompañó durante varias cuadras, hasta que finalmente, dijo:”Mi nombre es Noche”.

Peculiar nombre el de la señorita, que al parecer intenta buscarme conversación. Finalmente entendió que no lo conseguirá con un parco taxista, así que se puso a hablar por celular.

Después de dieciocho minutos, aproximadamente, llegamos a su casa, Arnaldo Márquez 2020.-No traigo dinero conmigo, si gusta puede entrar a mi casa, me espera unos minutos en la sala, y le pago. –No se preocupe señorita, prefiero esperarla a fuera. Soltó una sexy sonrisa, se acomodó el cerquillo de raya al costado, de un rizado peinado, y dijo: “Yo preferiría que ingrese a mi casa, quizá me demore, y no me gustaría hacerlo esperar tanto rato afuera con este frío infernal. Extraña actitud la de Noche.

No creo que se quiera acostar conmigo, soy solo un chato barrigón con un bigote similar al de Mario Bross. En fin, no me queda otra que aceptar, y esperar mi paga.

La fachada de la casa es espectacular. La mujer debe ser adinerada, y vivir con más de tres personas, la casa es bien grande. Una especie de castillo moderno es su vivienda, me siento como en un cuento de hadas. Yo vendría a ser el duende de la historia.

Ingresamos. Su casa es de otro mundo. Su piso de color marrón, brilla de limpio y reluciente. Muebles de cuero blanco, sumamente finos, adornan su casa. Lo único que me descuadró, fueron la diversidad de retratos en sus paredes. Un centenar de rostros de hombre, dibujados con la precisión de Da Vinci.

-Espéreme aquí, no tardaré. Noche subió por las escaleras, y desapareció de mi visión. Me senté en el sillón más amplio de la casa, y me dispuse a relajarme.

Traté de ser paciente, pero treinta minutos sin respuesta, ya es demasiado. Me acerqué a las escalares, no sabía si subir o no. Quizá ella me esté esperando, gran dilema. –Señorita, está todo bien. Le agradecería que me pague de una vez, no tengo toda la noche. No hubo respuesta. Comencé a subir, de repente, escuché su voz. –Disculpe, ya ahorita bajo, deme solo dos minutos. Cerré los ojos, suspiré. Me quedé estático en el quinto escalón, un cuadro en la pared me llamó la atención. Quizá sea el estrés, pero sentí como si el retrato de un joven de pelo negro, y nariz voluptuosa, quisiera decirme algo. Un gesto perdido y nostálgico en el rostro del tipo, daba la impresión de estar frustrado por no poder expresarse.

De pronto, un grito escalofriante, arremetió mi ser como un terremoto. – ¡Noche, te encuentras bien!, exclamé asustado. Las luces se apagaron, la iluminada casa, quedó en sombras. Saqué de mi bolsillo una mini linterna, que suelo usar para buscar las monedas que se caen debajo del asiento.

Comencé a subir, algo muy extraño estaba pasando. La casa había cambiado. Parecía como si hubiese estado abandonada por mucho tiempo. Las paredes deterioradas y despintadas. Tan solo los cuadros se mantenían en su sitio. Subí al Segundo piso, todo estaba oscuro, no sabía a que habitación ir para encontrar a Noche. – ¡Señorita, dónde está, mándeme una señal, solo intento ayudarla! Nunca había sentido tanto miedo en mi vida, quizá debí salirme de la casa, pero por quince soles, estoy dispuesto a llegar al fondo de esta misteriosa noche.

Una luz se encendió de pronto, una de las habitaciones destacaba por tener iluminación. Apreté mi puño, un pasadizo largo, no importa, ya estoy involucrado, debo seguir.

Llegó el momento, antes de entrar a la habitación iluminada, tomé aire. No había nadie, el cuarto estaba casi vació. Una cama sumamente vieja, y un olor a carne podrida. Una casa abandonada, con una habitación fantasmal de luz encendida, es la más clara descripción.

No tiene caso seguir un segundo más aquí. Bajé las escaleras, y justo cuando me iba a disponer en abrir la puerta, alguien entró por mí. Era la policía. – ¿Usted es Emilio García? Asentí con la cabeza. -Está detenido por el asesinato de la señorita Noche. Me quedé helado, no sabía qué responder. Eran tres oficiales. Uno me esposó, el otro me registró, quitándome mi billetera, mi celular, las llaves de mi casa, y mi linterna. El tercero solo se encargó de manejar. En un instante estaba en la casa de Noche, ahora, me encuentro detenido.

Entré en frenesí a las cuatro de la madrugada, y comencé a gritar mi inocencia. Finalmente mi garganta se cansó, y quedé dormido.

A las diez de la mañana, un guardia me despertó. Abrió la celda en la que me encontraba, y dijo: “Está usted en libertad, todo fue un error”. Salí de la celda, miré con enfado al guardia, y dije:”Exijo una explicación”. -Recibimos una llamada anónima ayer por la noche, la voz era la de una mujer. La mujer nos dijo que a las dos y media de la mañana, lo encontraríamos en la casa de Noche Sarmiento, la guapa joven que fue asesinada por un taxista hace como dos años. El caso aún sigue archivado. La mujer que llamó aseguraba que Emilio García era el asesino, pero hemos hecho algunas investigaciones, y dimos con que usted el día que se produjo el asesinato, estaba fuera del país. Todo fue una broma de mal gusto. Le pido mil disculpas a nombre de todo el departamento de policía.

No suelo mirar a los ojos a las personas, así que ni me fijé en la cara del guardia. – ¿Cómo se efectuó el asesinato de la señorita Noche?, pregunté. –El guardia, se frotó el ojo izquierdo, e inmediatamente después, me contó el penoso acontecimiento. –Noche tomó un taxi por el parque Kennedy a eso de la una y media de la madrugada. Esto nos informó Percy, su enamorado, ya que en el camino se puso a hablar con él por celular. Y bueno, lo demás es un misterio, ya que un día después, sus padres y sus hermanos, que estaban de paseo, encontraron a su hija descuartizada en su habitación. La familia Sarmiento abandonó la casa unas semanas después, alegando que sentían malas vibraciones. La casa era muy bonita, es inexplicable como se ha podido deteriorar en tan poco tiempo.

Estaba en shock, no había duda, le había hecho taxi a un fantasma. Sentí como el frío se apoderaba cada vez más de mí. Pasé mis manos sobre mi rostro, felizmente conseguí no desmallarme. – ¿Está usted bien, señor?, preguntó el joven guardia. –Sí, solo estoy enfadado y cansado, dije, tratando de ocultar mi miedo, temía que si decía la verdad, me tomen por loco. El guardia me entregó mis pertenencias, y antes de que me abriera la puerta principal, dijo: “Dos veces he ido a la casa de Noche, es extraño, me da la impresión de que cada vez hay más cuadros de rostros en esa casa.

A la una y media de la mañana, llevando una linterna de buena iluminación, entré nuevamente a la casa de Noche. Recorrí toda la casa, y miré cada cuadro. Una terrible sorpresa me llevé, al encontrar un retrato mío en la pared. Me tapé la boca para no gritar, y salí despavorido de la casa.

Una vez afuera, sentado en mi taxi, me di cuenta de todo. El fantasma de Noche, fue la que llamó a la policía. Ella está buscando a su asesino, por alguna razón no logró ver con precisión el rostro del tipo, tal vez llevaba gorra o algo similar.

Llenar de cuadros de rostros su casa, es la forma con la que Noche, inmortaliza a sus víctimas. Desesperada alma en pena, revive todas las noches la escena del crimen. Ilusa confió en el taxista asesino, dejándolo entrar a su casa.

Encendí el auto, me dispuse a partir, emborracharme, y dormir. Debo olvidarme de esta aterrorizante historia.

A media cuadra, me detuve. Otro taxista está a punto de ser víctima de Noche, se acaba se estacionar en la casa de la mujer. El taxista baja del auto, al parecer está solo, pero no es así, Noche lo acompaña. Al igual que yo, se ha quedado sorprendido de la falsa fachada de la casa, en unos minutos se dará cuenta de la realidad. Podría prevenirle y evitar que pase por esta espantosa experiencia, pero no lo haré, quizá él sí sea el asesino de Noche.

Jhonnattan Arriola

8 comentarios:

  1. brother! te luciste!!! muy pero muy buena historia...bien bien!

    EB

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  2. bien... nada mal alf! estuvo bien paja :P una cosa medio loca XD sigue escribiendo istorias asi ;)... mono

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  3. M encantan este tipo de historias!! quiero mássss !!!! eres un gran redactor amigo , muy bien boni !!!!amo tu historiaaa

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  4. bacan, fuera de lo normal

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  5. Eres grane bonii
    Me quedé pegada a la historia, estuvo increible.
    Sigue así y gracias por los elogios.
    Intercambiemos sombreros, te parece?
    Besos.

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  6. WOOOOOOOOOOO. Jhonnattan, me has sorprendido con el relato, GENIALIDAD.

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  7. Gracias por su comentario, señorita Paz. Que una mujer tan hermosa comente mi blog, es todo un honor. Le mando un beso inmenso. Me alegra mucho que le haya gustado el relato. Besos, mi sirena.

    Jhonnattan Arriola

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