domingo, 3 de enero de 2010

Adheridos separados

- Si te acercas a ella una vez más, te juro que no la cuentas.

Solían reunirse todas las noches en la cochera Oscar, intentando hacer algo de música. Luis en la segunda guitarra y micrófono. Josué hacia lo suyo con la primera guitarra. Martín, en la batería y Oscar en el bajo. Se hacían llamar The FireFox, aún ignoro por qué pero sonaba bien.

Y ahí estaba, enfrente del micrófono entonando con fascinación cada canción inspirada en ella. Era un loco obsesionado en un amor que quizá era imposible. Sus amigos así lo creían. La amaba en secreto, aunque ella creo que ya lo sabía, tal vez por su estúpida y cursi forma de actuar al verla pasar. Era su sueño, su razón, su pensamiento y sus más grandes sentimientos de amor.

Componía por ella, cantaba por ella, cada acorde, cada estrofa, cada letra, todo, absolutamente todo por ella.

- Buen ensayo muchachos. Bueno me tengo que ir.

- ¿A dónde vas?

- A la casa de Silvia.

- ¿Sigues con esa idea? Ala huevón, ya olvídate, ella no quiere nada contigo.

- Sí, huevón, en serio te lo decimos, aparte Ricardo ya te amenazó, ¿qué esperas? ¿Quieres que el piraña ese te meta una balazo?

- No hablen huevadas, Silvia me quiere lo sé. Y por el imbécil del piraña ese, no le tengo miedo.

- Puta, no sé ah. Bueno, cuídate entonces.

Así siempre fue, vivía en su pequeña burbuja en cuyo interior solo había pensamientos de un supuesto amor correspondido.

Ding dong (suena el timbre)

- ¡Hey! Luis, emm, qué pasa.

- Hola Silvia, qué tal, vine un toque a visitarte.

- Este, mira ahorita estoy un poco ocupada, quizá podemos hablar mañana o no sé algún día, pero ahorita no puedo.

- ¿No puedes salir un rato? Te invito un helado…

- Luis, Luis, Luis, a ti no te gusta hacer caso a las advertencias que te hice antes ¿no? Y tú qué haces hablando con este pobre imbécil.

- Nada amor. Luis por favor vete.

- No puedes dejar que te hable así, qué te pasa Silvia, reacciona.

- Oye mierda, tú no te metas en lo que no te importa, lárgate si no la quieres pasar mal, ya estoy harto de ti.

- Qué chucha me vas hacer tú, piraña de mierda.

- Ya te cagaste, te juro que te cagaste.

- ¡¡Luis, por favor, vete!!

Él sabe que si le importa. Sabía que por las noches, antes de dormir, piensa en él. O bueno, eso quiere creer.

- No quiero que siga pasando más tiempo con ese bueno para nada. Él no la llevará a buen camino, quiero que sea feliz, y sé que en estos momentos con él no lo es.

- Vamos Luis, esas cosas pasan. Mira ahora solo tenemos que concentrarnos en la tocada de mañana, una vez seamos escogidos como los mejores, vamos y le rompemos la cara a Ricardo.

- ¡Ánimo! Así que ahora vamos a tu casa que tienes que descansar para mañana.

Hoy es el día. Para esto estuvieron estado ensayando por largas horas. El escenario es enorme, la gente sigue llegando y para Luis lo mejor es que Silvia estaba ahí.

- Vamos Luis, es nuestro turno, apúrate.

Josué anuncia su ingreso con un solo de guitarra, Martín continúa con la batería y Oscar, luciéndose en el bajo.

- ¡¡¡Hola!!! Espero que la estén pasando bravazo. Nosotros somos FireFox y esta primera canción se la quiero dedicar a una persona muy especial que se encuentra en este momento entre ustedes. Silvia, esta canción es tuya. Te amo.

Y suena la música. Estaba enloquecido en el escenario, de un lado a otro escuchaba como algunas personas ya conocían la canción y la coreaban con él. Seguía en lo suyo mientras intentaba encontrar con la mirada a Silvia. ¿Dónde estás?

Llegó la hora del solo. Y los cohetes que compraron estallaban uno a uno. Todo el público gozaba con ellos. Josué cautivaba haciendo gritar a la guitarra. Luis saltaba, se revolcaba en el piso, había perdido el control. Pero en un momento cayó y no se pudo levantar. Todos creían que era parte del show y siguieron disfrutando.

- ¡Oe ya! Ahorita acaba el solo, levántate.

- ¡¡¡Luis!!! Qué pasa. Párate mierda.

Y en un segundo, la música paró. Todos dejaron de tocar. Luis estaba tirado en el escenario con una herida de bala en el pecho.

A lo lejos pude ver a Ricardo y a sus putos amigos escapando rápidamente del local.

Déjenme terminar la canción, por favor, déjenme terminar. Fueron las últimas de palabras de Luis.

EB



3 comentarios:

  1. No me gustaron mucho tus 2 últimas publicaciones, pero en general escribes muy bien

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  2. Ahh, te ligo el final. Pero me parecio muy precipitado.

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  3. Yo creo que debes cambiar de final, que se mas emocionante y que no termine todo por una bala jiji...Exitos con las proximas historias.

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