Autora invitada: Ángeles
Es el momento de recordar nuestra vida juntos, esos momentos tan bellos, esos momentos que nadie puede olvidar. Pero también, tantas lágrimas que me hiciste gastar y ahora quizás un poco tarde me doy cuenta que fueron en vano.
“Tú sabes que el mundo da vueltas ese será tu castigo, te pido que nunca vuelvas no quiero nada contigo”
Como empezó esta corta pero a la vez larga historia, como olvidar las conversas por el chat del facebook cuando ni siquiera me conocías mas allá de un HOLA, que de ahí pasaron al Messenger y finalmente al nextel, con esas pocas llamadas pero con mucho significado. Nuestras conversas se convirtieron en rutina y yo siempre estuve dispuesta a ellas, aunque siempre supe que eras el tipo de persona que hoy quiere con una, y mañana con otra; y yo en ese momento era tu presa a la cual querías cazar, pero finalmente trataba de no pensar en eso y ver en ti el lado positivo, el lado atento, el lado cariñoso, ese lado que solamente yo lo veía, o quizá era el amor por ti lo que me cegaba. Cómo olvidar esas largas conversaciones con mis mejores amigas tratando de hacerme ver que tú no eras el príncipe de los cuento de hadas y que solamente eras un chico común y corriente con más defectos de los esperados.
No sé si exactamente tuvimos algo y creo que nunca lo averiguaré. Pero tú, como siempre, solo pensabas en ti y en cómo saciar tus necesidades sin importarte los demás. Siempre andabas de un lado a otro con tu carita de no matar ni a una mosca, cuando todos sabemos que eso ni tú te lo creías. Bien dice el refrán” Mira con quién andas y te diré quién eres” y nosotros sabemos, y muy bien, que tus amigos no eran unos santos.
Pero no te puedo culpar de todo por más que quiera, yo fui quien siempre creyó en tus palabras, yo siempre estuve dispuesta a escuchar tus mentiras, simplemente me conformé pensando que yo me merecía a alguien como tú. Grave error. Siempre me hacías alguna de tus jugadas, pero, a la vez, sabías cómo hacer para que yo te perdonara. No sé por qué nunca te atreviste a ser el verdadero tú, el que yo sé que existe dentro de ti, quizá todo hubiese sido muy diferente, hubiésemos dejado de pelearnos cada vez que podíamos y hubieras dejado de ser ese animal que querías ser y todavía no entiendo por qué.
Por mi parte, esta historia llegó a su final, quizá no fue el que esperaba, no término como en los cuentos de hadas, pero estoy feliz de que haya sido así. Que se vayan con él las salidas pendientes, las conversaciones sin terminar y, sobre todo, sus mentiras diarias que día a día herían mi corazón.
Pero aún hay algo que no logro comprender. Por qué, ahora que ya me fui, vuelves a mí y pretendes ser esa persona llena de detalles que tanto soñé. Si cambiaste por ti no sabes el gusto que me da y te deseo lo mejor, solo no esperes que yo vuelva a caer en tus redes “el que la hace una vez siempre la va hacer” y eso ya lo aprendí, y muy bien. No te odio porque no valdría la pena, solo creo que en un determinado momento decidiste buscar lo más fácil y, sin duda, lo hiciste. ¿Por cobarde? Tal vez sí, porque sabías que conmigo tendrías que lucharla después de todo. Lo mejor es que tu también borres cada recuerdo que tienes conmigo, si es que todavía tienes alguno, y simplemente, si el destino nos vuelve a cruzar, cada uno continuará por su camino. No haré como que nunca te conocí, te saludaré porque al menos te lo mereces, pero no esperes que pase algo más porque eso no ocurrirá. Adiós.
La historia comenzo bien pero despues se puso monse. Parece que es real, en todo caso ese chico quiere lo que no tiene y no vale la pena. OLVIDATE!
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