Una vez dentro

Autora invitada: Mafer Cáceda

Una vez dentro, se paró y me miró. Era como si me viera por primera vez. Sentía que le gustaba mucho y deseaba estar desnuda delante de él.

No me había dado cuenta, pero cuando lo invité a entrar, la suerte ya estaba echada. Me besó en la boca y me dijo que mis labios eran suaves como los pétalos de una rosa.

Después, dejé caer los tirantes de mi ropa y empezó a besarme el pecho, apretando con fuerza los pezones, una sacudida recorrió todo mi cuerpo. Luego vino el resto con naturalidad.

Era como si nos conociéramos de toda la vida, como si él me conociera de siempre.

Cada vez que entraba, me sobresaltaba y me abría. Después notaba como se iba abrumando algo más profundo en mi interior hasta tener la sensación de convertirme en algo líquido.

Era un placer muy dulce e indescriptible, le pedí que esperara un momento para poder saborearlo todo, para desatarme, para recuperar la tensión, y cuando entraba otra vez me veía sobresaltarme.

Lo recordaré siempre… sobre todo el momento en que apenas había entrado, delante de mí, guapo e inteligente, me besó… y yo, yo lo quería.

Sí lo quería y lo he querido desde mucho tiempo con todo mi cuerpo y todo mi corazón.