domingo, 25 de julio de 2010

Inducir a tu adiós

Autora invitada: Bola roja
“El menos pensado convertido ahora, en el más recordado de mis pensamientos.”

El tiempo fue transcurriendo y te fui conociendo más. Durante esas dos últimas semanas saliendo, algo fue naciendo y marcando huellas que mi corazón no puede borrar hasta el día de hoy. ¿Qué sería? Solía preguntármelo a diario, mas las respuestas se hacían escazas en esos momentos de encontrar respuesta alguna a tanta impaciencia de saber el porqué de un sentir así.

Posee una mirada de enamorado cada vez que habla conmigo y sé que esa misma mirada la comparte con alguien más, por quien daría su vida entera sin costo alguno, ese ser amado y tan especial hecha por amor en algún momento de su vida, con voz y nombre propio que, no soy yo.

Miradas, actos y palabras solía recordar. Un “Te quiero, estoy enamorado de ti” fueron las palabras suficientes en ese momento de frenesí. Una sonrisa tímida y mirada avergonzada atinaron a abrazarlo sin decirle palabra alguna, dando como resultado el comienzo de una nueva historia.

Al estar junto a él volví a ser una niña, aquella a las que se le consciente, se le mima y se le quiere. Un amor de jardín, que a pesar del gélido clima que nos rodeaba en cada salida, se sentía tan puro, real y primaveral.
Un beso y un te quiero representan ser lo todo y a la vez significar una nada, mas en ese instante de novela descubrí que en ellos no solo se escondía afecto, ternura y pasión, en sus labios descubrí el poder del tan dichoso “amor, comprensión y perdón” deseado hace tanto tiempo, no buscado pero sí encontrado, sin necesidad de ser estudiado se fue presentando dando lindos resultados.

Pero el elixir de la felicidad no es eterno y siempre dejará un sabor desagradable que no se quiere repetir mas.

¿Quién manda en el amor? Ni él ni ella, solamente mandamos tú y yo ¡No te das cuenta! Son palabras que no serán tan fáciles de borrar. El destino lo marca cada uno, las palabras pueden ayudar como a la vez pueden sobrar en una relación.

¿Cómo explicar una triste emoción? ¿Con letras de canciones? o con lágrimas que salen de mi corazón. Son esos momentos en donde unas lágrimas significan tanto y a la vez no nos dicen nada. Un sentimiento enredado que exige a gritos ser liberado y no ser más deseado.
Quizá me dejé llevar por ese cariño de amigos que siempre le tuve, rehusada a no tener nada nunca con él, traicioné a mis propias palabras, dando ahora resultados imborrables, similar un trago amargo de digerir. Cómo una amistad se puede deteriorar por sucesos como estos, de una llamada diaria a una llamada con frialdad y hasta sin interés.

Cuando el amor es verdadero, supera los obstáculos, afronta los problemas y rompe todas las barreras, acorta las distancias, aumenta la pasión y accede a la aceptación. Estoy segura o creo estarlo, pero no fue el momento, el “te quiero” y el “estar enamorado de mi” no serán suficientes en esta relación, tengo una vida y planes por seguir, tu amor fue importante en ella. Mas la vida nos pone pruebas, las personas nos brindan oportunidades, nuestros enemigos nos regalan obstáculos y nosotros elegimos nuestros mejores rumbos a seguir. Pedirte comprensión estaría sobrando, pero es mejor hacerlo a que seguir con esto.

No quiero verte, me duele hacerlo. No me llames, me cuesta responderte. Y a pesar de todo: Aun te quiero y te querré. Pero no me odies, porque yo no lo haré.

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